La fecundación in vitro es una técnica por la cual la fecundación de los ovocitos por los espermatozoides se realiza fuera del cuerpo de la madre. El ovocito fecundado (el cigoto) se transfiere entonces al útero de la paciente con la intención de iniciar un embarazo. La FIV está recomendada en casos de obstrucción en las trompas de Falopio, ausencia de las mismas, endometriosis, poliquistosis, extirpación o disfunción de los ovarios, ausencia o disfunción del útero, en formas severas de la infertilidad masculina o cuando han fallado sin causa aparente los tratamientos anteriores. La fecundación extracorpórea no se utiliza cuando hay contraindicaciones para la gestación, anomalías en el desarrollo del útero como adherencias o tabiques en la cavidad uterina, miomas grandes o nódulos miomatosos en el útero, cuando se presentan casos de impermeabilidad incurable del canal cervical o se dan enfermedades hereditarias en la familia o alteraciones congénitas del desarrollo en los niños. Tampoco se practica en pacientes que padecen enfermedades infecciosas o inflamatorias crónicas y agudas.
La FIV es un proceso que se desarrolla por fases. En la primera se estimulan los ovarios, en la segunda se recuperan los ovocitos, en la tercera se realiza la inseminación in vitro de los ovocitos con los espermatozoides en el laboratorio. En la cuarta se procede a cultivar los ovocitos fecundados para conseguir buenos embriones. Finalmente, los mejores embriones son transferidos al interior del útero para que puedan implantarse y dar lugar al tan deseado embarazo.
FIV con inyección intracitoplasmática de espermatozoides (FIV-ICSI)
La microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) consiste en la introducción de un espermatozoide en el citoplasma del óvulo mediante una microaguja. La ICSI está indicada cuando el seminograma demuestra una baja concentración de espermatozoides, una disminución de su movilidad o gran número de espermatozoides con anomalías morfológicas, así como cuando se presentan problemas en la interacción entre el espermatozoide y el óvulo.
MESA
La MESA es una intervención microquirúrgica para aspirar espermatozoides directamente del epidídimo. Se usa cuando el semen madura pero no puede ser expulsado debido a una obstrucción de los conductos seminales, por lo que en el eyaculado no se observan espermatozoides. El espermatozoide obtenido se introduce en el óvulo mediante una microinyección (ICSI).
TESA
Es una biopsia con la que se pretende recuperar espermatozoides en el testículo. Se practica cuando en el semen no hay espermatozoides.
FIV con óvulos donados
Los óvulos se obtienen de una donante sana, se fecundan con el semen del marido y los embriones resultantes se transfieren al útero de la mujer receptora. Se usa en caso de ausencia o disfunción de los ovarios o cuando los ovocitos maduros de la mujer presentan deficiencias morfológicas o funcionales.
FIV con embriones donados
Los embriones donados se transfieren al útero de la mujer infértil. Se practica en caso de ausencia de los ovarios o cundo se ve afectada la formación de ovocitos en la mujer, cuando en el semen del marido hay pocos espermatozoides o una gran cantidad de espermatozoides anormales morfológicamente, cuando se presentan problemas en la interacción entre el espermatozoide y el óvulo o se da un desfavorable pronóstico genético con relación a los hijos de la pareja.
Banco del semen
El semen donado se congela en nitrógeno líquido a unos 196 grados bajo cero y se almacena con fines de ser utilizado para la inseminación artificial o fecundación in vitro de mujeres solas o mujeres con cónyuge absolutamente estéril. El semen congelado puede conservarse por varios años.
FIV en programas de gestación subrogada
La fecundación se realiza con los ovocitos y espermatozoides de la pareja. Los embriones generados se transfieren al útero de la “madre de alquiler” que ha otorgado su consentimiento voluntario para gestar un hijo a la pareja comitente. Se usa en casos de ausencia o disfunción del útero o cuando la mujer padece alguna enfermedad de los órganos y sistemas que le contraindica la gestación. De acuerdo con los artículos 51 y 52 del Código de Familia de Rusia, los cónyuges que hayan dado su consentimiento escrito para la implantación del embrión en el útero de otra mujer no serán reconocidos como padres legales del niño antes de que otorgue su autorización la mujer que le haya dado a luz.
FIV con diagnóstico genético preimplantacional (FIV-DGP)
El diagnóstico de enfermedades genéticas puede realizarse antes de que los embriones sean transferidos a la cavidad uterina. Mediante láser o micromanipulación se extrae una célula embrionaria (blastómero o trofoblasto) para investigar su material genético. De esta manera se puede detectar tales enfermedades como los síndromes de Down y Turner, la hemofilia y la miopatía de Duchenne, así como determinar el sexo del futuro bebé. Este procedimiento no afecta a la estructura del embrión ni a su desarrollo futuro.
FIV con hatching asistido
El óvulo humano está rodeado de una envoltura protectora que lleva el nombre de zona pelúcida. Para implantarse en el endometrio uterino el embrión debe romper esta zona pelúcida. Se calcula que en un 70% de casos el embrión no se desprende de la envoltura, debido a lo cual se practica la técnica de hatching o eclosión asistida. Hay tres métodos diferentes para hacerlo:
- Accionar sobre la zona pelúcida con solución ácida de Tyrode o solución de pronasa al 0,5%.
- Disecar la zona pelúcida con micromanipulador.
- Abrir un pequeño orificio en la zona pelúcida mediante láser.
Indicaciones de la eclosión asistida:
- Anteriores intentos fallidos de implantación.
- Edad de la mujer superior a 39 años.
- Existencia de embriones con índices morfológicos alterados.
- Elevado nivel de FSH en la sangre.